En el nuevo libro de Annie Liebovitz no hay famosos. Ni un retrato de un músico o de un actor. Ni un retrato. Las fotografías que recoge en Pilgrimage fueron tomadas por Liebovitz en tiempos difíciles. Un peregrinar, una búsqueda de presencias, una terapia. Se le había muerto Susan Sontag y vivía enredada en pleitos de dinero. Estas imágenes fueron su búsqueda de salvación. "Necesito recordarme lo que me gusta; lo que puedo hacer"